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Ser gordo o ser flaco

Ese es el dilema de mucha gente. Todos quisiéramos tener un cuerpo bien proporcionado pero a veces la naturaleza (y los bizcochos y algún alfajor, etc) nos juega una mala pasada.

Hace un tiempo me propuse reducir unos kilos e implementé una dieta con la cual logré mi objetivo. Tuve la oportunidad de hablar con mi socia sobre la misma. Con un breve esquema hecho en la pizarra de nuestra oficina, le expliqué las siete claves que pueden llevar a cualquiera al éxito, en lo que se refiere a perder peso:

1) Desde el punto de vista físico masticar bien hace que los alimentos sean triturados adecuadamente y se conviertan en un bolo alimenticio perfectamente digerible. En lo que se refiere al proceso químico de la digestión, si masticamos bien, mezclamos de forma óptima las enzimas salivales con el alimento. Así logramos una predigestión.
Masticar bien y comer despacio son dos de las claves más importantes para adelgazar: esto ayuda a sentir la sensación de saciedad y no comer de más. Una técnica: bajar el cubierto a la mesa en cada bocado y masticar como mínimo unas 20 veces. Paciencia…a disfrutar la comida!.

2) Si comes cada pocas horas logras acelerar el metabolismo, controlar el hambre y…adelgazar!! Si te acostumbras a comer a ciertas horas, tu organismo logrará digerir los alimentos rápidamente y eliminar las sustancias nocivas y tóxicas que hacen que se acumule la grasa, cosa que no queremos!.

3) Todos hemos escuchado que es necesario beber mucha agua para el bienestar de nuestro organismo. Ahora, para adelgazar esto es básico. Cuando estamos en el proceso de adelgazar, tenemos que eliminar más toxinas de lo haría una persona normal. Nuestros riñones tienen mucho más trabajo. Las toxinas se eliminan a través de la orina por lo que necesitamos beber mucha agua. Si no lo hacemos, nuestros riñones no cumplen con su función de forma eficiente y nuestro hígado deja de quemar grasas para ayudarlo.

4) La cena es la hora en la que por lo general la mayoría de la gente tiende a comer en exceso, siendo esto un error. El almuerzo debe representar un 35-40% de la ingestión calórica diaria y la cena un 15-20%. Cenar tan abundantemente no es necesario porque nuestro cuerpo no necesita energía.
Lo de desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo es una recomendación a seguir. La energía extra de la cena irá directamente al almacén de las grasas.

5) Desayunar bien es sumamente importante para rendir durante la jornada. Debiéramos comer por día 5 raciones de frutas y hortalizas. Si empezamos en el desayuno, veremos que la tarea no es tan difícil como parece.

6) Si sos de los que no se pueden controlar con el consumo de harinas no tienes más remedio que decirle chau al pan!. Es claro que si no abusas de él, no engordas, como todo. La ración diaria que deberíamos consumir de pan es de unos 200 gramos. Si lo logras, no engordarás. De ti depende…

7) La ansiedad es la causa que te impulsa a comer más y peor. Para controlarla tendrías que intentar descubrir su causa. Ante un ataque de ansiedad puedes recurrer a diferentes ejercicios físicos, hablar con amigos, tener mucho sexo. Sería conveniente que no tengas a mano alimentos calóricos.

El éxito de mi dieta

Por experiencia propia descubrí que la clave para adelgazar está en la forma en que comemos y no en lo que comemos.

Mi desayuno dejó de ser el clásico y rutinario chocolatada con refuerzo. A media mañana me deleitaba con unos bizcochos de queso de Pagnifique. Al mediodía comía en algún restaurante, nada especial. A media tarde tomaba un café negro con un alfajor negro de Punta Ballena o un Surprise. La merienda era a las 19 hs y constaba de un vaso de 500 c.c de leche chocolatada y un sandwich caliente o algo así.

Y si… adelgacé. Y vos también podés, si realmente querés.


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