Siendo parte del equipo de soporte de una compañía de software y teniendo varios años de experiencia ayudando a la gente a resolver problemas, me encuentro con la disyuntiva sobre si es tan difícil hacer el trabajo que para mi es tan sencillo, o si generalmente mucha gente no realiza el esfuerzo de resolver problemas sencillos.
Realmente no lo sé. Porque aunque sé que parte de mi trabajo es muy difícil para muchos por la obvia componente técnica, hay algunas cosas que son muy sencillas… demasiado. Y no es porque las sepa de antes, sino que las experiencias de vida quizás me han dado la capacidad de «resolver problemas».
Alguien que supongo desea permanecer en el anonimato (pero que se sienta a mi lado), me dijo que lo que nosotros en especial tenemos, es la «cultura de pensar las cosas». ¡Cómo hacían los griegos!
De Platón a Aristóteles, hubo generaciones y generaciones de personas con gran capacidad intelectual y con poco logro tecnológico. Esos filósofos desarrollaron desde la mísma filosofía a la matemática, desde la política a la retórica, pasando por todas las artes y ciencias. Quizás no supieran de cálculo infinitesimal o de mecánica cuántica. no podían ni siquiera medir la velocidad del sonido, pero desarrollaron una cultura pensadora que los hizo ser la base de nuestros métodos científicos y filosóficos (occidentales).
Para desarrollar la cultura de pensar las cosas, hay que primero que nada, (1) tener disposición a resolver un problema. Luego, (2) hay que reunir toda la información pertienente. Conocer el comportamiento, establecer cual es el comportamiento esperado o deseado, poder cuantificarlo y calificarlo. No importa el sistema. Importa que los datos estén.
Si tenemos la disposición y la información, comienza el (3) período de análisis. En él, pensamos, cruzamos la información, la relacionamos, le dedicamos tiempo a la tarea y establecemos hipótesis.
Esto parece una descripción del método científico. Pero sí, cuando las hay, se requiere (4) comprobar las hipótesis. El método más sencillo de resolver algo es ensayo y error. Así que si nuestras hipótesis son buenas, al menos una de ellas resultará y el problema estará resuelto.
Y sin duda que establecer esto como una forma natural de actuar frente a los problemas, es algo que debemos encarar como sociedad para luchas contra la idiotización de las presentes y futuras generaciones. Les recomiendo encarecidamente ver la película Idiocracy.