Supongo que aquel cálido día de julio del ’96, cuando convencí a la Tía (Evelyn Schimel) de que yo era la persona adecuada para contratar en MarketPlace, el argumento que logró la victoria fue mi visión sobre que la computadora es un electrodoméstico.
Tecnología – Contra todos los pronósticos
No es coincidencia. El año anterior William Henry Gates III escribió Camino al Futuro y Lorena me regaló una copia. Esa copia lamentablemente se perdió vaya a saber donde (José, devolvela que es un recuerdo de familia) y tuve que comprarme la segunda edición. En ese libro, Bill Gates daba a conocer su visión de los próximos 15 o 20 años y hacia donde iba a evolucionar la informática.
Durante años la gente en la calle y muchos analistas decían que la tecnología aislaría al ser humano, convirtiéndonos en hermitaños dentro de nuestras propias casa. Que la gente preferiría ver televisión a ir al cine, que preferirían descargar la música a ir a un concierto, realizarían las compras electrónicamente y abandonarían los centros comerciales y que incluso dejarían de encontrarse a tomar un café, festejar un cumpleaños, etc.
Hoy en día la tecnología no deja de sorprendernos, día a día, cuán cerca nos deja a unos de otros. Cómo nos une. Cómo nos reencuentra. Cómo nos ayuda a conocernos mejor.
Escucho el programa De Primera Mano en Radio Cero [LaV de 8 a 10 am]. A ese programa escribe SMS una oyente llamada Karina, superfanática de Peñarol (el mejor cuadro de fútbol de Uruguay). Hace unos meses, por un comentario que hicieron al aire, me desayuné con que era Karina Guisolli, una compañera de clase en tercero y cuarto de liceo. Si quisiera hablar con ella solo tengo que mandar un SMS al programa y pedirles que le pasen mi número.
También la tecnología me ha ayudado a estar en contacto con mis amigos y a conocer personas por el mundo. El caso de Larisa es el más característico. Ella en Holanda, yo acá, y varias veces al año nos enviamos mails y la llamo por teléfono solo para escuchar su voz. Cuando viene en verano a Uruguay, tratamos de encontrarnos. Este año nos tomamos un Cappucho en Café Central y caminamos medio 18 de Julio.
Y hoy, cuando me llama Marcel por un tema de Soporte, le pregunto «¿Qué contás de bonito?», a lo que me responde que de bonito contaba que a través de Facebook se había reencontrado con un compañero que hacía muuuuchos años no veía.
En definitiva, la tecnología no ha hecho más que acercarnos y mantenernos unidos. Lo podemos ver en todos lados. Hasta el día que instalé el MSN Messenger (hoy Windows Live Messenger) apenas me relacionaba con compañeros de trabajo, algunos familiares y mis amigos del barrio. Hoy en día me relaciono con esos mismos y con toda la gente que va pasando por mi Messenger y otras que van quedando vinculadas a través de otros sistemas de comunicación.
La política, el futbol, la televisión, las guerras, los impuestos, las fronteras y Chávez nos han separado. Pero la tecnología sigue uniendo gente como nunca en la historia la humanidad había visto.
Hace 15 años una adolescente canadiense «aterrizó» en mis pagos gracias a un intercambio cultural y vivió junto a mi familia por 3 meses.Luego de que se marchara nos comunicamos por un tiempo y después nada…hasta que con la ayuda de Google…la encontré!Desde hace 4 años estamos en permanente contacto.
En un portal de chat conocí a Roland, un alemán que adora la cultura latinoamericana y que por suerte para mi, sabe español. Hemos hablado por teléfono varias veces y gracias a él, una amiga que ganó una beca en Alemania, consiguió alojamiento.
Con esa amiga solíamos hablar por Skype todas las semanas y lo mismo hacemos ahora que se ganó otra beca y está en Austria.
Gracias a Internet una amiga alquila un apto a extranjeros que se comunican a diario con ella a través de anuncios que publica en el cyberespacio…
Dejé de fumar gracias a un portal argentino en donde la mayoría de los participantes eran españoles y dos de los cuales fueron pilares para que yo lleve más de un año sin puchos…y así, más y más historias…
«…la tecnología sigue uniendo gente como nunca en la historia la humanidad había visto.» Sin dudas una gran verdad y parece que la historia continúa!.
Ah!Por cierto, Roland, mi amigo Alemán se acaba de casar en Cartagena de Indias con una colombiana que conoció gracias a Internet…