Viendo los blogs de siempre, encontré un hermoso artículo para leer cuando la gente esté desempleada. éste trata sobre cómo aumentar la moral de los empleados en 10 pasos fáciles (e independientes entre ellos).
Un empleado contento trabaja mejor. [Y uno demasiado cómodo se achancha]. Por eso es bueno que Directores, Gerentes y Jefes le den una miradita a estas 10 perlitas para una mejor vida laboral. Por ejemplo, hace unos días tenía una charla con el presidente de una compañía uruguaya y al preguntarle por el origen del éxito de su compañía, me decía que lo primero era la «mística». Es eso que se genera cuando todas las piezas encajan y se genera la sinergia entre la gente que forma la empresa. Es eso que no se puede exportar ni importar, pero que si debe ser cuidado.
1. Dar las gracias. Algunas empresas no saben como dar las gracias a sus empleados. A veces es un simple mail, a veces unas horas libres o un regalo económico. Pero lo importante es el reconocimiento. Saberse útil más allá de una simple línea en la nómina, es lo que hace multiplicar el valor.
2. Tenerlos de tu lado. Cierto sentido de propiedad de la compañía por parte de los empleados, está muy bueno. Y no solo con «stock options» como se acostumbra en EEUU, sino que es parte de una cultura: «Esta es tu casa».
3. Valora el tiempo de familia. La gente trabaja porque necesita mantener a su familia, por lo cual, si el trabajo no deja tiempo para su familia, se está en un trabajo que no es completo. Como jefe, creo que traté de demostrar esto cuando dije: «Dale, andá tranquilo. Preocupate por tus hijos que es lo verdaderamente importante». Pero en algunas empresas del hemisferio norte, se están volviendo habituales las semanas laborales de 4 días y los eventos empresariales con la presencia de la familia.
4. Invierte en su futuro. No solo hay que hablar de capacitación que generalmente está específicamente enfocada a lo estrictamente laboral. Hay que ir un paso más allá y apoyar a los nuevos con sus estudios universitarios y a los ya recibidos con posgrados o maestrías. Cuanto más personal sea, más vínculo se generará entre el empleado y la empresa.
5. ¡Sorpréndelos! La creatividad debe estar a la orden del día, y no solo en los empleados para que hagan sus trabajos. Sino que también en sus jefes para que den algo valioso aunque no sea costoso, y que sea tan sorprendente que el empleado nunca jamás se lo hubiera imaginado. El artículo original habla de 2 abogadas de Manhattan que se llevaron en medio del horario laboral a la secretaria para un maquillaje completo, peluquería y terminaron su «día de salida de chicas» con tragos y cena.
6. Delega completamente proyectos pequeños. Para elevar la moral nada mejor que entregar responsabilidad completa de un proyecto con un equipo y todo. En especial proyectos que no sean estrictamente laborales. Eso ayuda a crear líderes.
7. Premia logros específicos. Los premios en efectivo funcionan mejor si se dan inmediatamente después de un gran logro. Bob Nelson, autor de 1001 formas de recompensar empleados, indica que se reserve un uno o dos por ciento del presupuesto anual para dar premios. Y cuando no hay mucho dinero, se pueden regalar vales obsequio o cosas similares.
8. Involucra a todos. Participar en las ideas que guian las empresas, como puede ser con un buzón de sugerencias, es una forma de que toda la gente se siente parte de. Asegúrate de reconocer y agradecer las ideas. En muchas empresas que tengan implementado un sistema de Calidad ISO 9000, esto está contemplado. Pero el estándar no contempla el atender las sugerencias: eso es parte de la forma en que funciona la dirección.
9. Enfócate al equipo. Un poco de competencia entre los empleados no está mal. Yo lo hacía con el monitor de soporte… cuando eramos 5 técnicos. Era muy gratificante para cada miembro tratar de lograr el color azul en el monitor, lo que indicaba que era el que más había trabajado en soporte durante la semana. Lo que tiene que venir luego es el reconocimiento y el premio.
10. Enfócate en la diversión, no en el dinero. Esto me lo dijo Gabriel en una charla hace unos días. «Si veo que algo acá no me divierte, es que algo está haciéndose mal». Y así es. Si solo nos enfocamos en facturar y facturar más, no vamos a lograr la verdadera autorealización. Esta sólo se obtiene del placer que genera la diversión.