5. Disminuye el área de ataque.
¿Ya leíste «El Arte de la Guerra» de Sun Tzu? Bien, quizás el ejemplo no lo encuentres fácilmente. Cuando estás en la guerra, la mejor manera de evitar que tus soldados caigan es tenerlos escondidos. Pero que puedan disparar. Si tienes un área de ataque pequeña, recibirás menos golpes. Si tienes un área de ataque grande, el enemigo tendrá más lugares para elegir donde dispararte.
Con ese mismo concepto en tu empresa debes proteger tus activos. La clave está en identificar cual es tu área de ataque. Para estos casos, las áreas de ataques son todas las cosas que se enfrentan a problemas potenciales, ya sea por razones de seguridad o de servicios.
Un ejemplo puede ser la conexión a Internet. Para conectarte a Internet necesitas un módem, un router, quizás un proxy, un antispam, un antivirus, un sistema de detección de intrusos y quizás la conexión que puedes conseguir es chica y necesitas contratar 2 y duplicar todos los dispositivos mencionados. Ahí tu área de ataque es muy amplia, porque tienes varios elementos independientes que pueden recibir un ataque u ocasionar un problema debido a mantenimiento o administración.
Quizás tengas que invertir el doble en comprar un solo dispositivo que te haga todo, pero cuando haya un problema, cambias el dispositivo entero y se soluciona el problema.
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