No sé si originalmente fue la Presidenta de la República Argentina o es una moda extraña que viene de algún socialista hispanoamericano que se siente disminuído frente a otros idiomas.
Debo dejar en claro que no hay nada más importante que llevar con orgullo lo que nos representa, sea una idea, una bandera, una característica o un idioma, entre otras miles de cosas que nos hacen quienes somos. También debo dejar en claro que estoy en contra de cualquier tipo de discriminación, negativa o positiva. Toda discriminación positiva esconde un trasfondo negativo mucho más grande y acrecienta las bases de lo que busca combatir.
Es por esto que hago un llamado público a los medios de prensa para que ayuden a cortar esta chongada de decir «todos y todas», «compañeras y compañeros», «compatriotas y compatriotos». Porque cuando Mujica se come las eses, nadie escribe el texto sin esas eses que omitió. O si reciben un texto con una falta de ortografía o un error de tipeo, seguramente lo corrigen. O cuando transcriben entrevistas corrigen muchas cosas de la expresión de la persona para que sea sencillo de leer o adaptado a la gramática de la oración en que se la cita.
¿Por qué no corregir esos errores de gramática que tanto engañan en su fin?
El masculino gramatical, utilizado para designar a seres animados, se emplea para referirse a una clase sin distinción de sexo. No es una referencia a individuos del sexo masculino. Cuando se dice que «los uruguayos tienen garra charrúa» no se están excluyendo a las mujeres uruguayas. Cuando se mencionan a los «alumnos de educación secundaria» no se están excluyendo a las alumnas. ¿Alguien podría pensar que sí? Lamentablemente la respuesta es afirmativa.
El tema es que no se trata de una corrección lingüística sino política. Y es ahí en donde surgen los «compañeros y compañeras, argentinos y a argentinas, uruguayos y uruguayas», etc. Es más que evidente que al subrayar las diferencia de sexo en ese uso gramatical, se cae en un sexismo mayor del que se quiere evitar. Se olvida que al referirnos a un colectivo mixto con el género gramatical masculino, se está aplicando una ley lingüística que busca además la brevedad. Nadie puede dudar que es mucho más cómodo utilizar un solo sustantivo para referirse a toda una clase de individuos que hacer una distinción de sexo cada vez que se se presenta la oportunidad. Por más información los invito visitar la página de la RAE y hacer una búsqueda del término «género».
Hace unos días la IM escribió y los medios de prensa citaron: “La reiteración de acciones de recuperación, por estos actos vandálicos, genera gastos innecesarios que pagamos todos y todas, no permitiendo por ende invertir en otros espacios”.
Mi propuesta es que los medios transcriban ese texto con la corrección que merece: “La reiteración de acciones de recuperación por estos actos vandálicos, genera gastos innecesarios que pagamos todos […], no permitiendo por ende invertir en otros espacios”. El exceso de comas también es evidente en el texto de la IM.
Sean felices y no inventen cucos donde no los hay.
PD: Los invito a leer algunos de los discursos de Cristina Fernández para que comprueben el uso y abuso de la distinción de género: «muy buenos días a todas y a todos», «quiero amigos y amigas, compañeros y compañeras», «quiero decirles, argentinos y argentinas», entre otros (y otras, agregarían unos cuantos).
Nota: Me informan por Twitter que el origen de esto fueron los movimientos feministas españoles de hace 10 años.
Es odioso, pero mas odioso aun poner «tod@s» o «todxs». Cuando leo algo asi le quiero vomitar a quien escribio. Y no tendo tildes porque estoy en el trabajo con teclado en ingles, normalmente escribo bien. >P