5) Ofrecer incentivos excepcionales
Si frente a ti tienes al perfecto programador, a quién necesitas más que al delivery del mediodía, o a tu café de la tarde: ofrécele algo mejor que un buen sueldo. Pregúntale qué haría que le encantara su trabajo, lo que sea. Eso podría incluir la posibilidad de que te diga que quiere un escritorio basado en Star Wars:
En mi caso personal, yo nunca entendí que en mi casa tuviera más potencia de hardware que en el escritorio de la empresa.
Fernanda no quiso comprarme un notebook. Noela me compró el Trackball de 40 dólares, la PC con 4 GB y 1TB de disco. Trabajé 10 meses con Fernanda y 4 años con Noela.
Otro caso fue que me entrevistaron para una empresa cerca de FING y mis pedidos fueron un trackball Logitech (por la tendinitis) y un teclado Microsoft ergonómico, porque con él soy más rápido.
No recuerdo si fue por eso que no me contrataron, pero por lo menos establecí las expectativas desde «el vamos».
Tengo síndrome de Asperger y es gratificante ver como algunas personas nos ven como laboralmente capaces a pesar de que esto se considera una minusvalía.
Saludos.
Hola Carlos!
Sin duda que el concepto de minusvalía por suerte está cambiando. Al menos en mi país ya hace tiempo que no se les dice discapacitados sino que capacidades diferentes. El ser humano es un ser adaptativo y siempre de alguna forma podrá encontrar su lugar sin importar la condición.
Muchas éxitos y gracias por el mensaje.
Buen artículo Federico.
Sobre el Síndrome de Asperger recomiendo mucho ver la película Ben-X http://youtu.be/O3RJtmhMm90
Muchas gracias por la recomendación, Mario!