Mi caso de éxito en la selección de un programador
En más de una ocasión he tenido que seleccionar personal para diferentes proyectos y quiero compartir con ustedes una selección de la cuál me siento orgulloso.
Llegó a mi poder el CV de una programadora junior que en sus estudios incluía: un curso de barman y otro de maquillaje. Se qué había más cursos relacionados a cualquier cosa menos con la informática, pero no recuerdo exactamente cuáles eran y no quiero mentirles.
Yo necesitaba a una programadora, ¿qué me llevó a elegir a alguien que sabía preparar tragos y maquillar muy bien?
Esta persona me demostró que tenía curiosidad por aprender diferentes cosas y eso significaba para mi la posibilidad de que aprendiera rápido y se adaptara fácilmente a los cambios. Eso era lo que yo necesitaba y no me equivoqué.
Mi nueva programadora resultó ser sumamente hábil para comprender los nuevos conceptos que se le enseñaban a la misma vez que mostraba interés por seguir mejorando. En la actualidad trabaja en una de las empresas de desarrollo de software más importantes de Uruguay.
En cuestión de buscar al programador perfecto, quién no arriesga, no gana.
Tengo síndrome de Asperger y es gratificante ver como algunas personas nos ven como laboralmente capaces a pesar de que esto se considera una minusvalía.
Saludos.
Hola Carlos!
Sin duda que el concepto de minusvalía por suerte está cambiando. Al menos en mi país ya hace tiempo que no se les dice discapacitados sino que capacidades diferentes. El ser humano es un ser adaptativo y siempre de alguna forma podrá encontrar su lugar sin importar la condición.
Muchas éxitos y gracias por el mensaje.
Buen artículo Federico.
Sobre el Síndrome de Asperger recomiendo mucho ver la película Ben-X http://youtu.be/O3RJtmhMm90
Muchas gracias por la recomendación, Mario!